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Frente Zapatista Sudcaliforniano

A 67 años de la muerte de Trotsky...

  

Por: Gilberto Piñeda Bañuelos (Tito)


En una casa de Coyoacán en la Ciudad de México, este 20 de agosto como a las 7 de la mañana pero de 1940, Ramón Mercader, conocido en las filas del stalinismo como el "Camarada Jackson-Monard-Vendendreschd" asesinó a LEON TROTSKY con un piolet que se lo clavó en el cerebro. El verdadero nombre de TROTSKY era LEV DAVIDOVICH BRONSTEIN. Antes, Trotsky había pedido asilo en México, concedido por el presidente Lázaro Cárdenas y siendo sus anfitriones Diego Rivera y Frida Kalho. Ya en México, David Alfaro Siqueiros, que era militante del Partido Comunista Mexicano (PCM), esbirro de Stalin, intentó asesinarlo, pero no logró en ese primer intento.

En realidad, la muerte de Trotsky fue una gran pérdida para el mundo socialista aunque su pensamiento ha perdurado al paso del tiempo. Yo mismo fui seguidor del pensamiento trotskista durante veinte años, de 1974 a 1994 cuando en este último año se disolvió el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), que era la sección mexicana de la Cuarta Internacional... Aún creo en la vigencia del pensamiento fundamental del trotskismo, lo que ha pasado es que se le ha cruzado en el camino, muy oportunamente por cierto, el zapatismo, con quien comparte ideológicamente muchas cosas en común en relación a la nueva sociedad rica materialmente, igualitaria social y políticamente democrática que está por venir en los próximos años, decenios o siglos.

TROTSKY era la figura más conocida de la oposición de izquierda al interior de la socie-dad no capitalista que había surgido después de la revolución de octubre de 1917 en Rusia que más adelante se transformó en Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, conocida como la URSS o como la Unión Soviética. Aunque era una sociedad no capitalista (ausen-cia casi total del mercado y propiedad estatal dominante), se había convertido en una economía planificada burocráticamente centralizada y a nivel de la esfera política y social lo que se había formado era un dictadura burocrática del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), de su Comité Central, de Buró Político y todavía peor, de su secretario General que en la época estuvo dominado por JOSÉ STALIN hasta su muerte en 1953, quien fue el que mandó asesinar a TROTSKY, como mandó asesinar y a desterrar a millo-nes de personas que no compartían las ideas impulsadas por Stalin.

TROTSKY y la corriente política que representaba en la lucha por un socialismo democrá-tico, estuvo luchando desde la muerte de Lenin contra la burocracia política representada por Stalin. Así que fue el principal enemigo de Stalin hasta que logró asesinarlo. Antes de su asesinato, en 193S había fundado la IV INTERNACIONAL que había sido considerada por Trotsky como la continuidad de lo mejor que se concibió en sus orígenes por Marx y Engels en la I y II INTERNACIONAL, y por Lenin en la III Internacional. Fue por esa razón, que quienes militábamos en las filas del trotsquismo en la lucha por un socialismo democrático, nunca comulgamos con las ideas de los partidos comunistas ligados al PCUS, por el contrario siempre estuvimos combatiéndolos ideológicamente.

¿Por qué recordar a Trotsky después de tanto tiempo? ¿Por qué seguir pensando que otro mundo distinto al capitalismo es posible? ¿Por qué buscar cobijo en la izquierda capitalista tan lejano que estamos de la década de los setenta del siglo pasado, si ya no tiene, aparen-temente, vigencia?... Les cuento:

Curiosamente, hace unos días estuve reflexionando y pensando que gracias a Trotsky y al Neto es que seguimos en la izquierda anticapitalista de La Otra Campaña junto al zapatis-mo, y no en la izquierda institucional a donde se fueron la mayoría de las y los compañeros sudcalifornianos que militábamos juntos en la Cuarta Internacional, pero que ahora han podido ascender al poder público a través de las elecciones (aunque discrepamos en muchí-simas cosas con ellos, fueron muchos años de militancia juntos, como para echar al cesto de la basura el diálogo personal sobre lo que pensamos cada quien y cómo vemos cada cual el fucionamiento del poder). En 1974, llegó a La Paz un jovencito recién egresado de la Facultad de Economía de la UNAM, nacido en Oaxaca, y activo militante en su estado, en las luchas estudiantiles, obreras, indígenas y campesinas que en esa época eran muy fuertes en Oaxaca (como ahora); él era muy delgadito, blanco, güerito con lentes redondos, muy gruesos, con bigote ralo de candado, muy exigente para el estudio, con una inteligencia extraordinaria y con un corazón grande grande, muy, pero muy grande. Él se llamaba Ernesto Velázquez Léon y todos le decíamos de cariño EL NETO que militaba desde que estudiaba en la UNAM en una organización semiclandestina que se llamaba Grupo Comu-nista Internacionalista (GCI) en el que empezamos a participar algunos miembros de la organización local que teníamos llamado Grupo de Acción Popular (GAP) que habíamos fundado en 1973. Los paceños antiguos militantes del GAP quisimos muchísimo al Neto (por supuesto que todavía lo queremos y lo recordamos con mucho cariño) pero murió muy joven, a los pocos años después de que lo conocimos, tuvo un accidente carretero cuando venía de una reunión en Oaxaca... Sin saberlo, el Neto nos había formado en el marxismo y el trotskismo, como para mantener todavía la esperanza de un socialismo democrático, sin totalitarismo, como el que quería Trotsky.

Poco a poco los miembros del grupo nos fuimos incorporando a los interminables círculos de estudio con las lecturas de Marx, de Lenin y por supuesto de Trotsky. El Neto se encar-gaba de eso y de explicarnos como involucrarnos en el trabajo en las colonias como la Colina del Sol o con los campesinos en Caduaño o con las obreras de La Chilera en la planta de El Esterito, o con los pescadores ribereños y choferes de taxi, que con la ayuda y gracias a la capacidad organizativa del Neto formamos más adelante la Unión de Pescado-res Libres y el Frente Auténtico de Taxistas Independientes.

Recuerdo que en el 74, el Neto nos propuso integrarnos como grupo al CGI, pero no quisimos hasta que no tuviéramos claro qué y cómo funcionaba la organización, fue que el Juan Luis Rojas y yo nos fuimos al Congreso Nacional del GCI, y pues regresamos conven-cidos de que esa sería la vía de nuestro trabajo militante dentro de las filas del totskismo y de la Cuarta Internacional en los siguientes años (Ahora cada quien siguió su camino el Juan Luis está en el PRD y yo con el Zapatismo en La Otra Campaña). Después del GCI siguió la Liga Comunista Internacionalista (LCI) y después del PRT, todas esas organiza-ciones como parte de la IV Internacional, donde tuvimos la fortuna de formar parte del Comité Central y durante mucho tiempo como parte de una corriente política opositora, aunque minoritaria, a su interior, y que representamos en su momento en la Escuela Inter-nacional de Cuadros y como delegado a uno de los Congreso Mundiales de la IV Interna-cional.

En este 67 aniversario de la muerte de Lev Davidovch Bronstein, pienso que el NETO y TROTSKY no sólo siguen en nuestra memoria, creo que más bien, son fuentes de energía (que a veces se necesita demasiada) para seguir en la izquierda anticapitalista, ahora por fuera de lo electoral y a contracorriente.

2 comentarios

Diana C. -

Pues esta es una izquierda, nuestra izquierda, la izquierda de los que quieran adentrarse. La izquierda de los que piensan y sienten en vías de una mejor humanidad... de rescatar y mantener la esperanza... y nunca, nunca dejarla caer...Es curioso por que en el momento en que tito cuenta su historia, se escribe la historia nuestra y tal vez la historia que nosotros contaremos a otros.

Lucía -

como los salmones Tito... a contracorriente, pero con un fin: mantener la vida...